Es raro y distinto que use mi blog para hablaros de una peli, pero en este caso he creido conveniente retomar mi abandonado AlSaMu para comentaros algo sobre esta versión cinematográfica basada en la conocida novela de John Boyne.
El niño con el pijama de rayas, para quiénes aún no se hayan decidido a leerlo, trata sobre un niño, de ochos años, de la Berlín pura y dura de la Segunda Guerra Mundial. Su padre un conocido militar al que trasladan muy cerca de uno de los campos de concentración más conocidos. No debemos ni recordar el nombre.
A partir de ahí conocerá a un niño de ese campo, y bueno, dejémoslo aquí para los que aún no hayan leido ni visto la adaptación de la novela.
Ahora sí, la película trata fielmente la novela, tanto es así que incluso incluye muchísimos diálogos de forma textual. Pero sin duda es una película rápida, no muy larga y muy bien adaptada, aunque aquellos que no hayan leido el libro, encontraran lagunas, o notaran desconocer ciertos detalles que sí ofrece la novela. Como saber que Grettel es tonta de remate.
El final, es el mismo, sí, sucede lo mismo, pero hay un par de detalles que en vez de perjudicar, favorecen a concluir la película con más de una lágrima en los ojos de quien la ve.
Esta es sin duda la base de la película, los sentimientos.
Como comenté a la persona con la que fuí a ver la película, mientras en la novela, el joven Bruno consigue hacer que nos sintamos ese niño, en esta adaptada versión, Bruno consigue conquistar nuestros corazones de forma que parecer hacernos creer que se trata de nuestro hijo, lo cual hace aún más duro el final desde mi punto de vista
En resumidas cuentas, la película de El niño con el pijama de rayas no dejará indiferente a nadie, si no has leido el libro te gustará, si lo has leido te encantará retomar conversaciones y situaciones de la novela que aquí se ven fielmente representadas.
Sin duda, una buena opción para salir de la rutina de películas de acción. Por un día que nos de la melancolía en el cine, no pasa nada.
